Gran número de pacientes adictos consumen regularmente no una, sino varias sustancias adictivas.
Entre los 14 y 16 años se inicia el consumo, generalmente con alcohol y/o cannabis
Entre los 17 y 20 sigue aumentando el consumo de alcohol y se incorporan sustancias estimulantes como el éxtasis. El cannabis a veces disminuye y otras se mantiene.
Hacia los 20-25, si el poder adquisitivo del consumidor aumenta, se inicia el consumo de cocaína y este consumo va aumentando hasta desarrollar una clara adición a cocaína.
Finalmente cuando la persona llega a tratamiento, solemos encontrar un paciente adicto a la cocaína y al alcohol, consumidor ocasional de cannabis y que, en algunas ocasiones, puede tomar fármacos tranquilizantes para “bajar” de la coca y poder dormir.
Al final aparece una intensa e irrefrenable necesidad de consumir que pasa por encima de cualquier consideración personal, laboral o familiar.
Todos los estudios serios destacan el alto potencial adictivo del cannabis. El consumo modifica los circuitos dopaminérgicos del cerebro de forma similar a otras sustancias adictivas como la cocaína o el alcohol. El abandono definitivo del consumo es difícil y por ello el adicto necesita ayuda profesional. Muchos pacientes se engañan pensando que “controlan”, cuando la realidad es que al final, poco o mucho, siguen consumiendo. La adicción es la enfermedad del autoengaño y el cannabis es la sustancia con la que el adicto vive más engañado.
(“Síndrome Amotivacional del Cannabis”): Consiste en que el consumidor de cannabis desarrolla gradualmente una disminución del interés por actividades saludables: estudio, deporte, actividades y amistades sanas. Siente que los estudios, el trabajo, la familia, el ocio saludable y sus amigos sanos no le “llenan”. Sólo le atrae la pandilla con la que consume. Hace muchos planes, pero normalmente nunca los llega a realizar.
Solo el consumo alivia esa sensación. Poco a poco, su círculo de relaciones va quedando más y más limitado a sus “colegas” de consumo. Para paliar este efecto el adicto va aumentando el consumo de porros o incorporando otras sustancias como alcohol, anfetaminas, éxtasis, cocaína ,etc.
a pesar de su efecto relajante inicial, el adicto al cannabis termina necesitando aumentar más y más el consumo porque la ansiedad gradualmente empeora. De hecho, llega un momento que el cannabis puede llevar a la aparición de diversos trastornos de ansiedad como crisis de pánico, agorafobia o ansiedad flotante. En muchos casos esto hace que aumente el uso de otras sustancias sedantes como alcohol o tranquilizantes.
También desde hace años se ha constatado que el consumo de cannabis puede desencadenar trastornos psicóticos con síntomas idénticos a los que producen la esquizofrenia y otras psicosis. Estos síntomas a veces desaparecen espontáneamente dejando de consumir y en otras persisten requiriendo entonces un tratamiento psiquiátrico prolongado.
El efecto del cannabis en el cerebro del adicto hace que se vayan deteriorando funciones cerebrales como la concentración, la memoria, la atención, disciplina, cumplimiento de horarios, alteración del horario del sueño, etc. Todo ello conlleva fracaso escolar, falta de rendimiento laboral, conflictos en casa y fuera de ella. El consumo de cannabis está muchas veces detrás del fracaso escolar y laboral de nuestros jóvenes. Estos efectos suelen mejorar o desaparecer a los pocos meses del abandono definitivo del consumo.
Una persona consume bebidas alcohólicas. Gradualmente el consumo va aumentando y convirtiéndose en excesivo y comienza a dar problemas al paciente y a los que conviven con él.
Se producen alteraciones en el carácter y la conducta con enfados frecuentes, descontrol de hábitos y horarios, abandono de aficiones y amistades sanas, mentiras, promesas incumplidas de dejar de beber, dificultades para asumir responsabilidades y, a veces, problemas económicos y laborales.
Si crees que algún familiar o amigo necesita ayuda no dudes en contactar con nosotros. Sabemos cómo tratar diferentes tipos de situaciones relacionadas al consumo y a la adicción.
El tratamiento que llevamos a cabo en el Centro Terapéutico La Garriga es científicamente moderno, innovador y altamente eficaz, fundamentalmente porque es un trabajo que se desarrolla hacia dos vertientes: por un lado se aborda el trastorno por adicción y por otro se diseñan una serie de estrategias encaminadas hacia el crecimiento personal y emocional.
El Centro Terapéutico La Garriga es un centro de día situado en el corazón de Barcelona cuyo objetivo es el tratamiento ambulatorio de adicción a sustancias como el alcohol, cannabis, cocaína, tranquilizantes o drogas de síntesis, sin necesidad de ingresar al paciente ni mantenerlo alejado de su entorno.
Cuando en una familia se sospecha que uno de sus miembros padece un trastorno por adicción, lo mas urgente es conseguir un diagnóstico profesional y un tratamiento efectivo que resuelva la situación. El Equipo de Centro Terapéutico La Garriga, recomendará lo más pertinente en cada caso y asesorará a la familia y al paciente sobre cómo actuar.
Da el primer paso y nosotros te ayudamos. La adicción se puede tratar.
En nuestro centro encuentras un equipo de terapeutas y especialistas que te aportarán herramientas vitales para liberarte de las adicciones.